Entre otras cosas perdonar ayuda a mejorar la salud y bienestar.
He leído en algunos libros sobre la importancia de perdonar y también que una de las causas del cáncer y otras enfermedades es el resentimiento arraigado en lo mas profundo del corazón.
Vivir como víctimas de las circunstancias, personas o situaciones no ayuda en nada. Es mejor responsabilizarse de uno mismo y de nuestros resultados.
En lo personal yo tengo algunas experiencias sobre el perdón que me han servido mucho.
Hace algunos años operaron a mi padre del corazón y yo viajé a mi tierra natal antes de que lo operaran. Un día de esos tuvimos una conversación muy bonita y él entre lágrimas me pidió perdón por los errores que cometió conmigo en el pasado. (Para mí no era necesario escuchar eso ya que cuando eres madre te das cuenta que al igual que tus padres, por mucho que ames a tus hijos también cometes errores y entonces entiendes a tus padres). Después de esa conversación mi papá no volvió a tocar el tema. Y esto me gusta porque eso significa que el se perdonó y eso me libera a mí también.
Si alguien te esta diciendo una y otra vez que lo perdones por todo lo que ha hecho en lugar de ayudar atrasa. No es libre y no te deja ser libre a tí. Es por esta razón que al perdonarnos no sólo es libre el otro sino tú mismo. (Liberas al otro de la carga de estar escuchando una y otra vez).
Si quieres trabajar el perdón te recomiendo que te pares frente al espejo, te mires a los ojos y con mucho amor te digas a tí mismo (a) te perdono y te amo. Eres libre. Si necesitas hablar con las personas que necesites, hazlo si esto no implica algún riesgo para tí. También puedes escribir una carta pidiendo perdón a las personas que desees.
Cualquiera que sea la forma en que lo hagas te vas a sentir mucho mejor. Haz algo simbólico como dejar ir un globo, una paloma, romper la carta y decir soy libre.
Otro ejercicio es el de poner tus manos como si cargaras una caja, cerrar los ojos y hechar en la caja todo lo que te esté estorbando: personas, cosas, situaciones, creencias etc. Y ya que pusiste todo, aviéntala con todas tus fuerzas hacia atrás sintiendo como tu mente y tu cuerpo se liberan de todo lo que pusiste en ella.
Escrito por : Cristina A. Núñez Justo. www.crecimientopersonalvivirlibre.blogspot.com
He leído en algunos libros sobre la importancia de perdonar y también que una de las causas del cáncer y otras enfermedades es el resentimiento arraigado en lo mas profundo del corazón.
Hace algunos años operaron a mi padre del corazón y yo viajé a mi tierra natal antes de que lo operaran. Un día de esos tuvimos una conversación muy bonita y él entre lágrimas me pidió perdón por los errores que cometió conmigo en el pasado. (Para mí no era necesario escuchar eso ya que cuando eres madre te das cuenta que al igual que tus padres, por mucho que ames a tus hijos también cometes errores y entonces entiendes a tus padres). Después de esa conversación mi papá no volvió a tocar el tema. Y esto me gusta porque eso significa que el se perdonó y eso me libera a mí también.
Si alguien te esta diciendo una y otra vez que lo perdones por todo lo que ha hecho en lugar de ayudar atrasa. No es libre y no te deja ser libre a tí. Es por esta razón que al perdonarnos no sólo es libre el otro sino tú mismo. (Liberas al otro de la carga de estar escuchando una y otra vez).
Si quieres trabajar el perdón te recomiendo que te pares frente al espejo, te mires a los ojos y con mucho amor te digas a tí mismo (a) te perdono y te amo. Eres libre. Si necesitas hablar con las personas que necesites, hazlo si esto no implica algún riesgo para tí. También puedes escribir una carta pidiendo perdón a las personas que desees.
Cualquiera que sea la forma en que lo hagas te vas a sentir mucho mejor. Haz algo simbólico como dejar ir un globo, una paloma, romper la carta y decir soy libre.
Otro ejercicio es el de poner tus manos como si cargaras una caja, cerrar los ojos y hechar en la caja todo lo que te esté estorbando: personas, cosas, situaciones, creencias etc. Y ya que pusiste todo, aviéntala con todas tus fuerzas hacia atrás sintiendo como tu mente y tu cuerpo se liberan de todo lo que pusiste en ella.
Así es que amigos vamos perdonando y perdonandonos a nosotros mismos.
Y aprovecho este espacio para pedir perdón a las personas que he ofendido y perdonarme yo.
Y para terminar comparto una frase que leí en un libro de Antony de Mello sobre el perdón.
Y para terminar comparto una frase que leí en un libro de Antony de Mello sobre el perdón.
“Cuando lo endiendes todo, lo perdonas todo y solo hay perdón cuando nos damos cuenta que no hay nada que perdonar”
Escrito por : Cristina A. Núñez Justo. www.crecimientopersonalvivirlibre.blogspot.com
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